30 mayo 2010

No se os puede pedir más



No se puede pedir más... Un equipo en quiebra, que no puede pagar la intemerata grieta de gestiones anteriores, una plantilla modesta, hecha de descartes de otros equipos de la categoría, liderados por Ballesteros, un guerrero veterano que volvió a casa para colgar las botas en el césped que dio sus primeros pasos y que tiene aguante para rato, un entrenador desconocido, un presidente sin prensa pero con mucho sentimiento granota, una afición rota en el llanto, que cuyo efecto rebote ahora llena las gradas del Nou Estadi deseando que la ilusión de ascender de nuevo a primera sea un hecho y no una quimera. Ayer el Levante ganó al Rayo antes de comenzar el partido. Los alrededores del estadio estaban repletos dos horas antes. Había un ambiente de primera y se presagiaba una gran noche. Los aficionados esperaron al autobús del equipo, al que no dejaron pasar y acompañaron hasta la entrada a vestuarios a la velocidad del paso humano. Los jugadores se entusiasmaron cuando vieron el recibimiento, y de manera espontánea se pusieron a dar golpes a las lunas del bus, a dar palmas y a gritar inaudibles ánimos al otro lado del grueso cristal. El Levante UD va como un tiro a primera división, a reclamar su sitio de modesto junto al Sporting que nos sirve de ejemplo, otro equipo quebrado que subsiste de la casta de su afición que empuja a sus poco afamados jugadores a la gloria que supone cada tarde de primera que le ofrece a su gente, como el Levante quiere dar a su modesta pero populosa afición, alejada de la grada pero vecina del transistor, miedosa. Las noticias herzianas ha sacado a la gente a la calle, como aquel 89 que empezó a caer el Muro y los berlineses del este no pararon de festejar sin dar crédito, porque los milagros existen, y si este Levante asciede, será otro milagro, como la caída del Muro, porque los desvalidos que persiguen la gloria acaban al final teniendo su premio.
Macho Levante!