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por C. Valldecabres.
Con tanta incertidumbre como hay en el entorno de Jesús Serna, López Lara y compañía sobre su verdadero -y hasta ahora oculto- potencial, cualquier movimiento fuera de lo habitual que se realice adquiere cierta relevancia. Por eso es bastante significativa la reunión que celebró ayer una porción -la única activa- del actual consejo de administración. Durante varias horas y con López Lara presente, se empezaron a plantear las primeras estrategias a seguir de cara a la negociación con la masa de acreedores, teniendo en cuenta que dentro de unos meses se debe cerrar el convenio definitivo.Si algo va a marcar los acontecimientos futuros del grupo de Jesús Serna, presidente y máximo accionista (sin que se sepa de momento quiénes le respaldan), es por supuesto esa deuda cercana a los 85 millones de euros que ha metido de lleno al Levante en ley concursal. Desde que se produjo la suspensión de pagos en verano del pasado año, los plazos -aunque lentamente- se han ido cumpliendo y en estos momentos todavía no ha finalizado el periodo de incidencias, que es cuando los acreedores informan al juez qué cantidad exacta es la que reclaman.Pero mientras esto sucede, a López Lara se le requirió esta reunión celebrada ayer tarde que contó con la presencia de los consejeros valencianos y el secretario de la directiva. Fue la primera toma de contacto en este sentido desde que Serna tomó posesión del cargo y se supone que a partir de ahora van a ser más frecuentes las citas puesto que -junto con el despacho de Broseta y la opinión de los auditores- se tiene que decidir bajo qué condiciones se llegará a la reunión definitiva con los acreedores. Con algunos, de hecho, se quiere empezar a hablar lo antes posible.Hay muchos intereses puestos en estos primeros movimientos de la directiva puesto que en un proceso concursal, se debe fijar un periodo de pago (puede llegar a fraccionarse en cinco años) y también a cuánto asciende la quita, cantidad que podría rebajar la deuda global actual entre un 60 y un 70 % de estos ochenta y pico millones de euros que hay pendientes.El mayor acreedor es Hacienda con 28,7 millones de euros (más los 807.846 a la Seguridad Social), después Ruralcaja (12,3), La Caixa (5) y en cuarta posición figuran esos 3,7 millones que se le deben a Pedro Villarroel, ex máximo accionista.
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