12 enero 2009

La sombra de Villarroel


Deben creer que comulgamos con ruedas de molino, que a todos damos cabotá, y que somos muy ingenuos. Deben creerlo los que salen del club, y los que han llegado a él. Lo que nadie discute, es de mano de quién llegan. Desde que nos contaron la pantomima de la cesión de la mayoría accionarial a la Fundación, Villarroel no aparece por el estadio, todo lo dejó a su valido. Como el duque de Floridablanca hizo en el reinado de Carlos III, Julio Romero ha bailado al ritmo que tocó su amo, e igual que se inició el desplome del imperio español, el Levante ha roto todas las tuberías de gestión hasta que se ha desangrado. Ahora el Levante UD tiene nuevos dueños, o mejor dicho, nuevos dirigentes, porque lo de dueños, aún no sabemos quienes son. Hay un nombre sobre la mesa, un nombre bisagra que hace de puente entre la era anterior y la actual, Emiliano Carballo senior. El ex presidente del Toledo, equipo que ahora deambula arruinado en tercera división y quien ha prohibido con un documento notarial que el ex presidente manchego vuelva a pisar la sede social del club, es el viejo amigo de don Pedro, el que todo lo toca, y el que todo lo rompe, como hacía Carlos III. Durante los años en que Carballo dirigía al equipo toledano, mantuvo frutíferos negocios con Villarroel, o con el Levante, o mejor dicho, con el Levante de Villarroel. Si alguien aún quiere creerse que no existe relación amistosa, más que la cuajada en reuniones federativas, entre Carballo padre y Villarroel, muchos jugadores cambiaron de camiseta a finales de los años 90 y principios de siglo XXI. Algunos ejemplos son: Albert Tomás, Sérvulo y Neftalí llegaron al Levante después de vestir de verde, pero no fueron los únicos. Otros como Fede Marín, Roberto Suárez, Juanito (un delantero gallego que jugó en el Compostela, Betis, Mérida, Deportivo entre otros equipos), Israel y Carpintero enfilaron la nacional III y cambiaron el imperial Toledo de Carballo por el Levante de Villarroel, Calpe y Ricardo Chover.
Desde entonces son amigos Villarroel y Carballo, desde hace más de 10 años. En este tiempo, uno hundió a los toledanos y el otro nos hundió a todos nosotros, y ahora que estamos desganados, tenemos dos tazas de caldo, Carballo padre y Carballo hijo, responsable de que nuestra cantera tenga que volver a la pulmonía de los inviernos de Buñol, porque el abandono del campo de la Peineta, en el río, ha provocado que el ayuntamiento nos haya retirado la concesión para que nuestros hijos jueguen cerca de casa y no tengan que hacer desplazamientos a la polución cementera de Buñol.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo diria mejor: LA MALA SOMBRA DE VILLARROEL

Unknown dijo...

Jonceltic, es cierto que el Ayutamiento le ha retirado la concesión de las instalaciones de la Peineta por el abandono al que Carballo hijo las sometió, pero según ha dicho Ayats esta tarde, el Levante va a poder seguir disfrutándolas, solo que compartiéndolas JÚCAR que son los que van a pasar a ser los encargados de mantenerlas en buen estado.

En lo concerniente a la sombra de Villarroel, no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dices. Empiezo a dudar muy seriamente de que esta gente tenga dinero, es más, no me sorprendería que sea gente con deudas contraídas en sus respectivos negocios; sólo gente desesperada podría haberse prestado a meterse en el jaleo que hoy en día es el Levante UD.

jonceltic dijo...

César: comparitán instalaciones hasta final de temporada, mudarse ahora seria caotico.
Me apunto eso que dices, sólo un desesperado se prestaría a una maniobra como la que todos (iba a decir imaginamos), no terminamos de confiar.

Anónimo dijo...

Y con todo esto, ahora el equipo funciona.........
sabéis porque?
No tienen ni tiempo de entrometerse en sus funciones !!!
Tan ocupados en otros "asuntos". !
Que al menos sigan así hasta final de temporada.....
Y esperaremos a que nos enseñen los contratos de traspaso.....
Ay que iluso que soy !.
Amunt Llevant.
PAU