30 noviembre 2008

Reencuentro con la victoria



agencia efe
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...Y con Rubiales, y con Tena, y con Mora. El Levante se impuso con comodidad al Alicante (0-2), rompió una racha de dos derrotas consecutivas y agravó la crisis en la que se encuentra sumido el conjunto alicantinista, que encadenó su novena jornada seguida sin ganar.
El partido estuvo marcado por el tanto conseguido por Tena para el Levante cuando apenas se había disputado un minuto de juego. El central del conjunto valenciano se adelantó a la defensa a la hora de cabecear un saque de falta y puso el marcador con ventaja para los visitantes.

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Con el resultado a favor, el Alicante se hizo dominador del juego, aunque no creó grandes oportunidades para igualar la contienda, salvo en un remate lejano de Rubiales y, especialmente, a los cinco minutos de partido, un cabezazo de Jorge Azkoitia que se estrelló en el palo.
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Tras el descanso tuvo lugar otra jugada clave en el desarrollo del choque cuando el colegiado expulsó por doble amonestación al centrocampista local Rubén Torrecilla. Por detrás en el marcador y en inferioridad numérica, el partido se puso demasiado cuesta arriba para el Alicante.

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Pero de difícil se tornó en imposible apenas seis minutos más tarde, cuando el Levante sentenció el choque en una buena jugada de Cerra que concluyó con un penalti sobre Rubén Suárez que el propio jugador asturiano se encargó de convertir en el 0-2.
De ahí al final, el Levante jugó a placer y tuvo opción de ampliar su renta en varias oportunidades mientras la afición del Alicante pedía la dimisión del director deportivo Manolo Jiménez.
Lo peor, la expulsión de Cerra y la lesión de Samuel, que serán baja contra el Albacete Balompié.
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25 noviembre 2008

09/09/09 La incertidumbre del Centenario


por José Vicente Peiró


Estamos a menos de trescientos días de la conmemoración más importante de la historia social levantinista: el centenario de su participación en campeonatos organizados por el estatus federativo valenciano. En la temporada 2009-2010 celebraremos los más de cien años de existencia de los dos equipos, Levante y Gimnástico, de cuya fusión surgió nuestro actual Levante U.D.
Sin embargo, sobre los alientos de la fiesta y de la memoria planea un fantasma que suele ser el mal de nuestro tiempo: la incertidumbre. En primer lugar, porque la situación económica impide venturas felices en el presente y el futuro, y todos somos conscientes de que nuestra existencia depende de una recalificación del estadio actual y aun así cubriríamos deudas a duras penas. Se deja por ello en manos del Ayuntamiento de Valencia y los políticos locales la existencia del club decano de la ciudad; un club que reúne a la disidencia futbolística que no desea -y es muy libre de hacerlo- formar parte de una familia valencianista víctima de sus propios “rebomboris” de la propaganda oficial incuestionable y de obligatorio precepto diario. Y es obvio que el Ayuntamiento, protegiendo los intereses levantinistas, no desea que el club siga en manos de quien tantas veces les ha engañado igual que a todos los aficionados porque ya sabemos dónde acabaría la plusvalía de la venta del actual estadio; cuanto menos sería despilfarrada en una telaraña de intereses de dudoso gusto, como ha pasado con la nada lejana recalificación de la zona terciaria, que dejarían ya definitivamente al club en el limbo de la desaparición: sin dinero y sin campo propio.
En segundo lugar, ahora resulta que Julio Romero dice que se marcha con Villarroel de su mano el 31 de diciembre. No confiamos demasiado en su palabra vistos los antecedentes y visto que tampoco ofrece un plan de destino del 50,01 de acciones que sigue en su poder y que prometió poner en manos del Ayuntamiento o de gente capaz de pilotar la nave levantinista. Pero esta vez no nos ha señalado un plazo de cumplimiento de diez o doce días, sino una fecha concreta, lo cual le pasará la factura correspondiente en el caso de que el 1 de enero todo permanezca como hasta ahora; factura que apenas le repercutirá dado el blindaje perfecto de su papel de escudo humano presidencial. No es éste el espacio adecuado para examinar las posibles causas de la estampida, pero sí sus consecuencias: si no sabemos quién mandará en este club el año que viene, ¿cómo vamos a comprometernos en la organización de actos del Centenario? ¿Quién nos garantiza que los acuerdos se vayan a cumplir y que las personas implicadas confíen en su realización para que así estén debidamente motivadas en la organización? Si a ello añadimos el deterioro institucional, con una Delegación de Peñas derrumbada por una deuda y porque en realidad ha caído en picado el número de peñistas por culpa del espectáculo deprimente de la temporada y el verano pasados, y el escepticismo generalizado del aficionado durante los partidos y entre semana, y una desmoralización colectiva supina, el panorama se plantea sombrío.
Muchas voces confían en la cantera a breve plazo. Pero resulta que ésta arrastra unos vicios difíciles de extirpar, con agentes favorecidos por el trato de los responsables de la escuela y con unos contratos donde es muy fácil marcharse a otro equipo, como le ha ocurrido a la perla Riau, con lo que cualquier jugador destacado a rentabilizar, como fueron Ballesteros, Juanfran o Vicente, posiblemente se marche a otro club nada más cumplir catorce o dieciséis años. ¿Para qué tener una cantera que no sacará más que medianías? Para eso mejor hacer convenios con otras entidades, como antiguamente. Y sin contar que llevar a Buñol a un niño tres veces a la semana es un disparate si es un buen estudiante. ¿Pero quién es una persona presentable dentro del Consejo para atraer a los Parreta, Torre Levante o Fuensatina a nuestra órbita? ¿Quién ofrece credibilidad? Desde luego que el Levante institución no, y yo nunca llevaría a mi hijo a una cantera tan mal organizada.
Y en último lugar, y es lo peor, viendo el partido Levante – Celta uno descubre un equipo roto; un cuadro endeble al que es muy fácil ganar en cuanto se le presiona un poco más de la cuenta. Estamos antes un equipo sin confianza y con una mentalidad endeble. Eso conlleva la aparición del miedo escénico y está demostrado que Luis García no está sabiendo reconducir la situación. Se aprecia que los fichajes tienen muchos zurcidos y muchos rotos y hay posiciones por cubrir para un sistema como el de Luis García. Era imposible hacer un equipo completo sin dinero en el mes de agosto. El progresivo deterioro institucional empieza a ser acompañado por una situación deportiva que, de forma sorprendente, ha pasado en poco más de un mes de lo positivo a lo negativo, de la euforia al fracaso. El empecinamiento del entrenador en utilizar unas armas que son de feria más que de caza está provocando un nerviosismo que no viene a cuento y el equipo se resiente. Lo más triste es que se resiente más cuando va ganando y eso es signo de debilidad mental y de falta de respeto hacia uno mismo; una carencia de autoestima individual y colectiva provocada por declaraciones conformistas que sólo exigen al jugador convertirse en un burócrata de la permanencia en Segunda División sin más ambición.
Ante estas circunstancias, parece que sólo quepa rezar o creer en la calidad del equipo femenino. O que venga alguien con sentido común, porque con dinero lo dudo. Así que no sólo hay que apostar por un Centenario austero, donde el ingenio y las ideas suplan al materialismo: primero habrá que conseguir eliminar la incertidumbre existente para que, al menos, podamos pensar en que el Levante no morirá. O que no tengamos que ocuparnos en crear un nuevo club de fútbol en la ciudad de Valencia en lugar de organizar la celebración de nuestro decanato durante un siglo.



23 noviembre 2008

Iborra se hunde

foto superdeporte
levante1909
Derrota contra el RC Celta de Vigo en el Ciutat de Valencia, 1-3. Un partido que despertó con goles, y primero marcó el Levante, gracias a la astucia de Xisco Nadal que le robó la cartera a Fajardo y sirvió en bandeja a Geijo para que estableciera un gol que presagiaba algo diferente a lo que luego ocurrió. Al minuto siguiente, un error más de la salida de balón de la defensa granota dio con el gol del empate vigués. Nada más en la primera parte, a excepción de una pena máxima reclamada en el área visitante que no fue penalty. Edu Moya no se beneficia de su mano para controlar el balón, pero el rebote en la extremidad superior del zaguero fue reclamada como pena máxima.
En la segunda parte el partido se perdió desde el inicio en la zona ancha, donde el Celta fue muy superior en número y en calidad a Samuel, porque Gorka Larrea sigue perdiendo la posición en función del avance del partido. Nuevo error defensivo para sonrisa celtiña. Con 1-2, y con 20 minuntos para el final, el Levante se volcó sobre la portería céltica. Iborra tuvo la ocasión más clara desde que viste nuestra ilustre zamarra, pero malogró tirando al muñeco una buena ocasión para reconciliarse con la gradería del Ciutat. El hundimiento llegó a raiz de ese error, el moncadense se torció, y teniendo ya una amonestación hizo una innecesaria e injustificable entrada por detrás en una zona de poco peligro, delante de su propio banquillo. Una acción infantil y mediocre que mereció roja directa por entrada por detrás, pero con una segunda amarilla fue suficiente. Su expulsión dejó cojo el ímpetu de GªPlaza que jugaba con 4 delanteros, y se cayó el armazón, el arreón final, como también se cayó la reputación de Iborra, que se borró puerilmente del campo y fue despedido con bronca cuando se refugió en el túnel de vestuarios. La madurez de este jugador sigue estando en observación. Su actitud insolente nos ha perjudicado. Salió el niño mimado que lleva dentro y su pataleta nos volvió a dejar en inferioridad numérica, esta vez con toda la razón. Del posible empate, se pasó al definitivo 1-3, con la sensación de que quizá se podría haber amotinado la portería de Notario, y de que este error del canterano debe servir para dar un golpe en la mesa y concienciarse de que ese no es el camino a seguir.

16 noviembre 2008

No hay ambición


Hemos perdido en Alcoraz, contra el SD Huesca, algo más que tres puntos. Me temo que la ambición también la perdimos, aunque cuándo podría ser tema de debate. Para muchos se empezó la temporada sin ambición porque el objetivo es no descender, para otros se perdió en Castalia, para mi se ha perdido hoy, como se perdió en Eibar donde se pudo buscar una victoria u hoy, donde con ventaja de un gol, no puedes perder un partido, porque de esa enfermedad ya te curó el Nàstic.
Ambición es un término lingüístico que se les presupone a los grandes, o a los que aspiran a serlo. Por eso ayer el UD Salamanca no se dejó perder un partido en Albacete porque cuando le giraron la panza fue cuando más arañó, como los gatos de raza. Nosotros no queremos ser grandes, porque con salvar la categoría nos basta. Ese error de concepción es el que tiene que corregir García Plaza, a quien recuerdo en una rueda de prensa de las primeras jornadas recordarnos a todos cómo eramos en verano y cómo ahora, que no tiene nada que ver con quién es, por ejemplo el Huesca, y quién es el Levante UD. La liga puede comenzar a girar el volante, pero tu disposición a la curva debe meterte en un vagón delantero, no en los que se van a ir desenganchando en las estaciones en las que pare el convoy.

08 noviembre 2008

Levante 2 Tenerife 1

foto Cipri Fornas

EFE
Salvo los primeros cinco minutos, la primera mitad del encuentro fue un monólogo del Tenerife, un conjunto completamente volcado al ataque que controló el balón a placer pero que se vio incapaz de adelantarse en el marcador.Los recursos ofensivos del Levante fueron escasos y muy evidentes: balones aéreos a Alex Geijo y contraataques rápidos por las bandas, de modo que el conjunto de José Luis Oltra dispuso un férreo marcaje al delantero hispano-suizo y se evitó sustos.Además de poseer una mayor calidad técnica, el conjunto insular ejerció hoy una intensa presión que bloqueó por completo la salida del balón del Levante. Parecía que jugaba de local.Con Juanlu, Kome y Nino bastó al Tenerife para traer de cabeza a la defensa local, aunque también es cierto que no tuvieron tantas ocasiones como cabría esperar de una posesión tan abrumadora.Nino desperdició dos sobre la línea de gol (minutos 13 y 40), ambas a pase de Juanlu desde la banda derecha. La primera la detuvo Reina con una magnífica estirada y la segunda se fue a las nubes.El Levante parecía abocado a un largo sufrimiento. Se veía incapaz de sacudirse el asedio al que le sometía el rival y su centro del campo se perdía en pases sin destino, pero prácticamente en la única aproximación que tuvo llegó el primer gol. Fue obra de Xisco Nadal, que remató un saque de esquina servido por Parri.Tuvo suerte el Levante de no recibir un gol y también se vio favorecido con un gol a balón parado, pero ésta desapareció tras el paso por los vestuarios y Kome puso el 1-1 también tras un córner.Con el empate, el Tenerife siguió controlando la pelota y cercando el área de Reina, pero pecó de los mismos males que sufre desde el inicio de temporada y sufrió un nuevo revés en el minuto 61 cuando Xisco y Parri fabricaron una buena contra y Pallardó puso el 2-1.
Y en la escuela, el infantil C de fútbol 7 ganó 6-2 al colegio Alemán en una mañana espectacular.

03 noviembre 2008

Un puntazo!




Efe

Eibar y Levante empataron sin goles en un partido equilibrado en el inicio, pero que luego controló con claridad el equipo guipuzcoano, al que sin embargo le faltó capacidad para resolver las numerosas llegadas que prodigó ante la portería valenciana. La incesante lluvia condicionó las alineaciones de ambos equipos y, aunque el césped de Ipurúa soportó bien el aguacero, el balón circuló muy vivo por el centro del campo durante un primer periodo sin demasiado control del esférico por ninguno de los dos bandos. La primera gran oportunidad fue para los valencianos, en el minuto 23, con un buen pase de Adrián para Geijo que no supo resolver el ariete ante Zigor, aunque la réplica local no se hizo esperar y, en el 26, Sutil lanzó de forma magistral una falta que terminó en el larguero de Reina. El cuadro armero llegó más fuerte al descanso y tanto Txiki como Toquero y Carlos Rubén pusieron en aprietos el portal levantinista. Si en la primera mitad el juego estuvo nivelado, en la segunda el Eibar fue el claro dominador de la situación y se adueñó del balón en todo momento, pero a pesar de llegar con insistencia al portal contrario careció de la pegada necesaria. Un contragolpe de Codina que no pudo culminar Toquero (minuto 66) y un gran disparo de Txiki enviado a córner por Reina (minuto 69) fueron las mejores opciones azulgranas, mientras que el Levante ciñó su potencial ofensivo a dos tiros en un minuto (77 y 78) de Xisco Nadal que salieron muy cerca del poste. En los compases finales el partido se abrió con llegadas de ambos conjuntos y la polémica se produjo ya en el minuto 88 cuando Codina fue derribado en el área por Reina, pero el colegiado no pitó el penalti reclamado al unísono por la grada. Tiko, en el último minuto de la prolongación, aún dispuso de la última oportunidad de los locales, pero Reina volvió a intervenir con acierto y privó al anfitrión de una victoria que mereció más que el rival, aunque careció de la pólvora necesaria. Esta vez el árbitro no nos restó, como se puede apreciar en la fotografía.